jueves, 5 de diciembre de 2013

Hablando de flashes... ¡en tensión!


Si es que soy un patoso...

Toda mi vida advirtiendo a compañeros que lleven cuidado al usar flashes antiguos en sus nuevas cámaras digitales y voy yo y la cago... os explico... (y sin que tengáis que pasar por caja) 

Un flash electrónico se compone de tres partes fundamentales: La antorcha, el generador y la zapata. Vamos a centrarnos en este post en las dos últimas partes no antes sin decir que la Antorcha o cabezal (normalmente situada en la parte alta del flash) es donde se encuentra la lámpara de xenón que producirá el destello cuando le llegue el voltaje necesario producido por el generador que a su vez lo hará cuando se produzca un cortocircuito a través de los contactos que se hayan en la zapata.

Zapata: La zapata es la unión entre nuestra cámara y el flash. Mas allá de servir como sujeción en ella se hayan una serie de contactos que hacen que se comuniquen entre si para de esa forma mantener y lograr los automatismos necesarios en temas como TTL, etc... pero hay dos contactos básicos... el central y el que suele ir justo donde encaja el flash por los lados, muchas veces debajo de la rosca de apriete... esos dos contactos son fundamentales pues son los que nuestra cámara, al disparar, cortocircuitará para dar la orden de disparo a la circuitería electrónica para que nuestro flash dispare.

Generador: El generador es la parte electrónica de nuestro flash. Es la parte que se encarga de cargar el condensador electrolítico de nuestro flash que con su descarga hará que funcione la antorcha y se encargará de hacerlo en su medida justa. Además, ejecutará la orden de disparo cuando se produzca el corto al pulsar el disparador de nuestra cámara e incluso en modelos mas avanzados hará las veces de un modo de funcionamiento "auto" independientemente del que pueda llevar nuestra cámara.

Pues bien... centrándonos en este último bloque, he de explicaros que hace años los generadores hacían pasar la tensión nominal con la que disparaban a través de la zapata para producir el "corto". Eso quería decir que entre las conexiones de la zapata y según el modelo de flash podían llegar a haber del orden de hasta los 400 voltios. 

En tiempos pasados donde las cámaras eran mecánicas eso no suponía problema alguno, aguantaban perfectamente esta tensión y en nada se veían afectadas.

Pero actualmente eso ha cambiado... los flashes electrónicos cuentan en su generador con una circuitería electrónica que hacen que ese "corto" no se produzca a la tensión nominal de disparo del flash si no a una muy inferior. Han logrado que los flashes sean mas seguros (¡quien no recuerda una descarga al manejar conexiones "x" o células fotoeléctricas!!!) y a la vez que sean aptos para usar en cámaras digitales y electrónicas que sí se ven afectadas hasta el punto de quedar inservibles si a través de ellas les hacemos pasar una tensión de 100, 200 ó 400 voltios...

Siempre aconsejo, antes de montar una unidad de flash electrónico "antiguo" en una cámara digital que se compruebe la tensión de éste... y que en ningún caso pase de los 24 voltios que es, desde 1992 y según la norma ISO 10330 el voltaje máximo permitido... aunque lo mas seguro es cerciorarse bien de cual es el máximo que admite nuestra cámara...

Os dejo el siguiente enlace que es uno de los mas interesantes que he encontrado a este respecto...


Espero que nunca os pase... a mi me pasó durante mi última sesión y la sensación desagradable que te queda de haber fundido literalmente una cámara solo es equivalente en positivo a que el SAT de Olympus me la haya repardo sin coste alguno... y en tan solo una semana... 

jueves, 14 de noviembre de 2013

¿Desenfocar fondos en el sistema 4/3? ¡Imposible!... otra mentira...


Cansado ya de oír y leer tanta tontería sobre el tema del desenfoque de los fondos en fotografía de moda cuando se utiliza una cámara del sistema 4/3 ó m4/3...


De todos es sabido que el tamaño del sensor SI incide en la profundidad de campo y que a mayor tamaño de éste es menor dicha profundidad y es mas fácil lograr desenfoques evidentes. Contra eso, siempre existen fórmulas que lo pueden contrarrestar... la elección del objetivo adecuado... y la experiencia de quien fotografía...


Siempre tendemos a alabar el equipo que poseemos... es fácil calzar a nuestra cámara de gran sensor un 200mm, y aislar el motivo principal de nuestras fotografías del fondo con lo que nos garantizamos una foto correcta... bonita... El problema viene cuando a aperturas grandes perdemos definición y observamos efectos indeseados como el viñeteo...



Pues bien... en el sistema m4/3 esos problemas los tenemos casi resueltos al poder usar aberturas máximas con una definición que roza la perfección y con una ausencia casi total de efectos indeseados como los citados anteriormente... solo hay que usar un buen objetivo y ser fotógrafo... buscar... moverse... y no limitarse a jugar a los recortables con nuestras fotos...

Siempre tendemos a hablar de lo que creemos "desventajas" de un sistema frete a otro... pero muy pocas veces de las ventajas... esa misma menor profundidad de campo la podemos utilizar para obtener fondos que nos interesen, fondos "que se vean", fondos que en cámaras de mayor sensor aparecerían como una mancha cuando utilizando grandes aberturas de diafragma por las condiciones lumínicas de la zona así lo exigiesen... y para muestra estas fotos:





Y eso es todo por hoy... :)

miércoles, 30 de octubre de 2013

4/3 El porqué de un sistema, su evolución y su plena vigencia. (Parte 2 de 2)

Y vino el cambio...

Al contrario que muchas otras marcas, Olympus nunca ha dejado claro a sus usuarios una hoja de ruta clara y precisa. Mientras en otras marcas siempre se ha sabido que detrás o delante de una “D” siempre habría un producto de continuidad en Olympus casi nunca ha sido así (aunque también hemos tenido claro desde siempre que la marca daría continuidad a su material anterior en los nuevos productos). De hecho, y llegados al pasado inmediato la marca cesó su producción de cuerpos de la serie “E” excepto (supuestamente) la profesional E-5 y se adentró en las cámaras “sin espejo” sobre las cuales versará esta segunda parte de mi post.

Basada en el estandar que dieron en llamar m4/3 (Micro cuatro tercios) y el nombre de la mítica Olympus Pen comenzó a comercializarse un nuevo tipo de cámaras dotadas de los mismos avances que sus hermanas “reflex” pero con la salvedad de no contar con espejo ni con obturador mecánico. En principio todo ventajas, pues se suprimían los elementos mecánicos mas susceptibles de tener averías... pero también tenían un handycap... las primeras m4/3 de Olympus no disponían de un visor a la altura del ojo... y había que componer desde la pantalla trasera como si de una “vulgar” compacta se tratase...

Pronto este tema del visor fue solucionado... para todos los modelos de Olympus “pen” se lanzó un accesorio... un visor electrónico cada vez de mayor calidad que hacía posible utilizar las cámaras bien con la pantalla trasera o bien de forma tradicional. En el caso de la primera, la E-P1 el visor era óptico y solo válido para dos focales si bien sus hermanas “lite” si disponían ya de visor electrónico.

No quiero seguir adelante sin opinar sobre el nombre dado al sistema... micro cuatro tercios... a mi personalmente no me gusta nada... y no creo que sea el mejor nombre comercial que se le hubiese podido poner... y digo esto en base a que el sistema realmente es el mismo que el 4/3 en su filosofía... y la “m” de micro es debida al tamaño menor de los cuerpos, no del sensor... cosa que a priori y para una persona no puesta en el tema puede inducir a engaño...

Los sensores que equipaban estas primeras “mirroless” eran producidos por Panasonic... o sea... mas de lo mismo que en el 4/3 tradicional...

Si bien se iba notando una mejoría en cuanto a rango dinámico y un nivel cada vez mas alto y aceptable de ruido en isos altos, los sensores de última generación nunca estaban al alcance de Olympus si no que era Panasonic quien los ofrecía en sus equipos altos de gama. Mientras, cada vez mejores y mas potentes procesadores de la serie True Pic se encargaban de exprimir al máximo el rendimiento de los mismos... pero un dia... amaneció para Olympus...

Y nació la OM-D E-M5...

Tras muchas dudas, muchas filtraciones y mucha impaciencia Olympus presentó la que hasta entonces era la cámara más avanzada de las “sin espejo”... Si las primeras hacían referencia a las “Pen” ésta no se quedaba atrás... recibía el nombre de “OM”, heredado de una serie de cámaras de leyenda por sus avances y calidad aún hoy no igualada en muchos aspectos incluso electrónicos...

Muchos eran los cambios en diseño, era una nueva filosofía de cámaras bien distinta a la linea Pen... pero lo mas importante era su interior y de ese interior tres cosas... su visor, su sistema de estabilización y su sensor...

El visor: Dotado de una resolución de casi 1,500,000 puntos y un refresco magnifico, cobertura del 100% y una magnificación a la altura de una cámara “doble frame” hacían de él un elemento perfecto. En él puedes ver “la foto” antes de disparar pues las altas luces, las sombras, el histograma en vivo, el balance de blancos... ¡todo! En el ves todo en tiempo real... Una verdadera delicia una vez que te acostumbras a él hasta el punto de no querer usar mas uno óptico.

El estabilizador: Si ya en el sistema 4/3 tradicional y en las Olympus Pen el sistema estabilizador con el que se producían estas cámaras era impresionante, en la OM-D cobra un nuevo valor... el nuevo sistema de 5 ejes proporciona una estabilización inimaginable permitiendo disparar con focales de 150mm. A menos de 1/10s. Sin trepidación en la mayoría de las fotos... simplemente alucinante... y por supuesto, como en el anterior, capaz de estabilizar cualquier objetivo que se le acople a la cámara ya sea este original o no, AF o manual...

El Sensor: A partir de aquí amanece para Olympus. Por primera vez en la historia Olympus monta en una de sus cámaras un sensor Sony con tecnología punta. Ello se hace notar mucho mas que sensiblemente en el rango dinámico, en el ruido... por primera vez una cámara m4/3 consigue igualar (y hasta mejorar) en los test mas exigentes a las cámaras mas modernas y punteras del formato APS-C... y de alguna que otra FX...

Y todo ello en un cuerpo compacto, fabricado bajo estándares de primera calidad, sellado al agua y polvo y con un sin fin de avances tecnológicos a la altura de cámaras “pro” de primerísimo nivel hasta el punto de lograr el AF mas rápido del mercado... y aun precio irrisorio comparado con estas...

A partir de ahí, sus hermanas “menores”, las “pen” de última generación se han ido beneficiando de estos avances vistos en la OM-D... y también de alguno de ellos, como el estabilizador, las nuevas cámaras de Sony... todo apunta a “yo te doy un buen sensor y tu me das el mejor estabilizador”...

No acaban aquí las ventajas de este sistema... como en el 4/3 el “plato fuerte” lo brindan sus objetivos y el propio sistema en si por sus proporciones... Objetivos de muy alta calidad óptica a un precio sorprendentemente razonable como el 45mm f:1'8 o el 75mm f:1'8 el cual es imposible de fabricar para ningún otro sistema... y la compatibilidad total entre cuerpos y objetivos de otras marcas adheridas al sistema...

16Mpx... muchos o pocos, según se mire... para mi y para la gran mayoría de los usuarios suficiente... para otros serán pocos (aunque hace nada los 12 de la D700 fuesen suficientes) y para los menos, seguramente por su tipo de trabajo serán pocos... pero para eso, si el trabajo lo requiere, ya están otros formatos mayores... y no hablo del 35mm.

Obvio decir que para nada me sirve el “disparo y recorto”... eso es factible en alguna contada ocasión... pero si nos acostumbramos a eso... ¿donde queda el fotógrafo?


martes, 22 de octubre de 2013

4/3 El porqué de un sistema, su evolución y su plena vigencia. (Parte 1 de 2)





El sistema cuatro tercios (4/3) (Four Thirds System) fué un estándar creado por Olympus y Kodak para cámaras digitales SLR al que se unieron Fuji, Leica, Panasonic, Sanyo y Sigma. El sistema proveía un estándar que permite intercambiar objetivos y cuerpos de diferentes fabricantes.A diferencia de otros sistemas SLR, el sistema Cuatro Tercios fue diseñado desde cero por y para digital. El diseño de los objetivos también fue adaptado notablemente a los requerimientos de los sensores digitales a través de diseños telecéntricos. Las ventajas de ello son evidentes... menor viñeteo y distorsión así como efectos indeseados en las fotografías menos evidentes. Además y de manera matemática se pudieron fabricar objetivos tele más compactos (un tele 300mm de longitud focal en Cuatro Tercios debería cubrir el mismo ángulo que un tele de 600mm de longitud focal en una película de 35mm. y mejorar la forma en que la luz incidía en el sensor.

El formato del sensor obedece a las proporciones 4:3 y su tamaño es más pequeño que el usado en otras reflex del mercado. No obstante, si algo estaba claro en el momento del nacimiento del sistema 4/3 es que las cámaras fabricadas bajo este estándar estaban llamadas a sustituir a las clásicas de 35mm de película superando la calidad de imagen de éstas usando para ello ópticas de gran calidad y sensores en perfecta armonía con ellas.

Olympus, al contrario que TODOS sus competidores innovó... creó un sistema auténticamente digital desde cero abandonando de esta forma todas las trabas que un formato de proporciones 24x36 o equivalente arrastraban, sobre todo, al tener que cubrir un sensor de una proporción poco ortodoxa nacido siglos atrás y derivado de las películas de cine.

El porqué no lo hicieron otras marcas es un misterio... pero todo apunta a que al mantener la misma bayoneta no perdían nicho de mercado sobre todo entre aquellos profesionales que tenían inversiones muy altas en objetivos de la marca que usaban. Una política fotográficamente incorrecta pero comercialmente perfecta... hasta un punto... el punto en el que Canon y Nikon, las dos grandes abandonaron a sus usuarios al cambiar la bayoneta mientras Olympus, aún creando una totalmente nueva siempre ha dado solución (mediante adaptadores) a poder seguir usando todos sus objetivos sobre cuerpos digitales, incluidos los míticos OM.

Pero volvamos al sistema... Olympus siempre ha afirmado que la calidad final de una fotografía provenía de la suma de varios factores, concretamente tres... el sensor, el procesador de imagen y los objetivos. Si una de estas tres cosas falla el resultado final no alcanzará la máxima cota de calidad posible. De estas tres cosas solo una ha estado siempre ligada a Olympus... los objetivos... y si bien es cierto (y sabido por usuarios de todas las marcas) que ya en los de kit destacaban por su calidad sobre los demás, es en la gama pro y top-pro (todos ellos, además, sellados) donde siempre Zuiko ha marcado diferencias. Como botón de muestra solo citaré algunos tan míticos como los zoom 7/14, 12/35, 35/100 f:2, 90/250 f:2'8 o los fijos 50, 150 f:2 ó 300 f:2'8.

El procesador de imagen integrado en la electrónica de las Olympus siempre ha funcionado... siempre ha existido una calibración perfecta del binomio procesador/sensor que han proporcionado unos colores únicos, intensos y muy bien calibrados junto a un detalle francamente bueno en las distintas épocas de las que hablemos.

El sensor... Olympus no fabrica ni ha fabricado nunca sensores. En el sistema 4/3 dos han sido los fabricantes que han dotado a las cámaras Olympus de este elemento imprescindible... Kodak y Panasonic. Los primeros, fueron CCD sustituyéndose después por los mas modernos cmos. El tamaño del sensor, sensiblemente inferior al de los sistemas APS y sobre todo al de 35mm. siempre ha tenido un hándicap a la hora de comparar ciertos resultados sobre todo los relativos a ruido y rango dinámico. Esta comparativa que si nos centramos en el porqué y para que fue creado el sistema 4/3 no tendría sentido (recordemos, sustituir a las cámaras de 35mm de carrete brindándonos una calidad mayor) sí lo tuvo en el mercado real. De ello se ocuparon marcas, publicaciones y sobre todo la realidad. De momento todo el mundo necesitaba isos 6400 limpios y el poder ampliar fotos en monitores cada vez mas perfectos al 300% sin que se viese el más mínimo granito de ruido...


Pero sí... los cosas son como son y a pesar de los avances en este terreno (que los hubieron) el menor tamaño del sensor, el depender de terceros para abastecerse de la última tecnología en los mismos y la carrera de los megapíxeles jugaban en contra de Olympus sobre todo en comparativas y cara a un usuario cada vez mas avanzado y ávido de tecnología formado en ciertas disciplinas fotográficas.

Innovar. Esa ha sido una constante en Olympus. Desde el dotar de conexión USB a una cámara digital hasta el sistema live-view, las pantallas abatibles, la limpieza del sensor... innovaciones criticadas por otros fabricantes y que hoy ¡que casualidad! incorporan en sus cámaras...


No quiero cerrar esta primera parte sin hacer mención a los cuerpos de las cámaras Olympus... En el sistema E varias fueron las líneas que se pusieron al alcance del público. Las series 300 con visor tipo porro y la primera (E-330) en ofrecer live-view, las 400 en las que primaba el tamaño convirtiéndose en las réflex digitales mas pequeñas del momento, las 500 enfocadas a un usuario medio y con algunas prestaciones mas que las 400 (como estabilizador), las 600 que aunaban lo último en la tecnología del momento en un cuerpo sumamente compacto, la 30, una semi-pro y las E-1,3 y 5 que formaron en sus respectivos momentos los buques insignia de la compañía destacando éstas por su ergonomía, sellado y altísima calidad de construcción.


Olympus optó por la estabilización en el cuerpo en lugar de la estabilización en los objetivos. Con ello de un plumazo daba solución a varios temas. Evitaba meter una lente flotante ajena a una óptica pura, rebajaba el coste de fabricación de objetivos al no tener que dotarlos de este sistema lo que repercutía en no tener que pagar una estabilización por objetivo y además conseguía que cualquier objetivo OM o de la marca que fuese utilizado en una cámara Olympus dotada de este sistema estuviese automáticamente estabilizado.



lunes, 21 de octubre de 2013

MI EQUIPO... ¿Y PORQUÉ ESE?



Muchos os sorprendéis cuando a la pregunta ¿con que equipo trabajas? os respondo que con Olympus. Creedme que defiendo lo que tengo pero siempre dentro de la creencia de que lo que tengo es lo que necesito. Comencé (hablamos de la era digital) con Canon, pasé a Olympus, luego a Nikon y posteriormente de nuevo Olympus. He ido formando equipo con lo que en cada momento he creído que satisfacía mis necesidades fotográficas y por tanto no me considero "casado" con nadie y lamentablemente, tampoco patrocinado.

Con estos datos que os he dado, lo que sí puedo hacer es descubriros algunas de las razones del porqué ahora Olympus sí...


Ahora, estando dentro del sistema m.4/3, cuando pregunto el número de disparos que lleva una cámara lo hago simplemente por darme una idea de la intensidad de uso que ha tenido esa cámara. Me dan una pista de como pueden encontrarse botonera, diales... pero si todo esto está bien no me preocupa lo más mínimo que un hipotético equipo a comprar lleve 5.000 ó 50,000 disparos... al haber prescindido de la única pieza mecánica presente en una reflex, el obturador, este tema es tema superado. Por supuesto y aunque no me considero un “disparador compulsivo” ahora me “duele” menos apretar el disparador pues sé que no estoy limitado en número de disparos a realizar por mi cámara mas allá de la vida útil que esta tenga por electrónica o desfase.

Soy amante de la poca luz. En esas condiciones valoro, además de mi pulso, un sistema estabilizador realmente eficaz, tanto en los objetivos nuevos como en los antiguos manuales los cuales uso y me encantan. El sistema estabilizador en el cuerpo de 5 ejes de la OM-D me da lo que necesito en ese terreno.

Rango dinámico. Mi paso de Olympus (E-3) a Nikon fue motivado especialmente por este tema... si bien dominaba perfectamente las capacidades de mi Olympus, ciertamente, y sobre todo en desfiles y eventos con mala iluminación, la falta de RD se hacía demasiado evidente y si a esto sumamos la dificil recuperación en altas luces de las cámaras de la serie E y el no siempre eficaz AF-C el uso de mi equipo me limitaba notablemente. Todos estos temas han sido superados con nota alta en la OM-D gracias entre otras cosas a su sensor Sony que ha dejado el listón a la altura de las mejores APS-C y de alguna de las mal llamadas FF.

Objetivos. Atrás quedaron los tiempos donde el dinero "se gastaba" en cámaras y "se invertía" en objetivos. Antaño la calidad óptica y de construcción de un objetivo marcaba su precio. Hoy, la corrección por software si bien ha hecho que los precios se hayan asentado e incluso cedido a la baja y la calidad final de la fotografía se haya mantenido hacen no del todo cierta esa frase. Aún así, se siguen fabricando objetivos y objetivos... pisapapeles y diamantes... y entre estos últimos Zuiko destaca con muchas de sus piezas... y destaca por calidad, por precio... y por formato, el 4/3, que ayudan notablemente a la ausencia de viñeteos y distorsiones. El lujo de tener (en equivalencia a paso universal) un 90mm f:1'8 de excelente calidad por mucho menos de 300€ es una muestra significativa de lo que hablo. Además, son totalmente utilizables mediante adaptador casi cualquier objetivo fabricado y manteniendo la estabilización de 5 ejes de la OM-D.

Visor: No intento abrir un debate sobre visor electrónico vs óptico... pero llegados al nivel actual de los primeros, con una resolución y refresco impensables hace bien poco, me hacen afirmar que tras una leve adaptación al mismo el electrónico te brinda muchas ventajas imposibles de tener en el óptico... en el electrónico ves la foto antes de disparar... luces, sombras, balance de blancos... ves la foto tal cual te va a quedar y antes de hacerla... no es necesario mirar la pantalla... además ya se logra en ellos una magnificación al nivel de muchas “pro” de gama altisima. Sinceramente me quedo con el electrónico...



Limpieza de sensor. Aquí creo que sobran palabras... el único realmente efectivo es el que monta Olympus ya desde sus serie E...

Sellado. Efectivo y real. Demostrado infinitamente con las pruebas mas asombrosas.

Peso y tamaño. El hábito no hace al monge... el tenerla mas grande no te hace ni mejor ni peor fotógrafo... y aunque es cierto que aún hoy vende la imagen, debemos deshacernos del tabú de fotógrafo profesional = cámaras grandes y equipo pesado. Lo que realmente debe quedar plasmado es nuestro trabajo y no las herramientas con las que esté hecho. A la larga también la espalda agradece el menor peso de un equipo de las características de la OM-D.

Podría seguir, y seguir, y seguir... podría decir que el servicio de asistencia técnica de Olympus destaca por su rapidez, seriedad y eficiencia... podría recordar aquellos gadgets tan denostados por otras marcas y que hoy implementan y hasta parece que han sido los “inventores”, tales como el live view, el histograma en pantalla en tiempo real o la pantalla abatible... por no decir remontándome en el tiempo la conexión usb en una cámara fotográfica...

Todo lo que he expuesto se basa en mi experiencia con la OM-D E-M5... ahora llega la E-M1 superando a la anterior... así que a buen seguro me he quedado corto con mis afirmaciones...


1 saludo!